Interesante articulo del blog de Baal Zak que nos da aún mas teoría del comic norteamericano:
Hace aproximadamente un año, el diario Perú21 apostó por revitalizar el mercado de comics en el país [1], con los productos de las dos editoriales más fuertes de Estados Unidos como son Marvel y DC Comics. El mercado nacional había tenido en la última década dos proyectos de lo que consideran los intentos más importantes por hacerse de un lugar propio. Estos eran el proyecto “Solar Lord” [2] que Perú-comic importó y tradujo. Y por supuesto, uno de los intentos más importantes fue “El Capitán Leo” de la editorial Wau [3] que aún con una salida intempestiva del mercado, con 42 números marcó un hito en la industria nacional.
Solarlord y Capitan Leo respectivamente
Cabe preguntarse el motivo de estos dos fracasos de la industria del comic nacional. En distintos blogs dedicados al tema, uno de los primeros argumentos rechazados es que estos productos no hayan tenido un consumidor deseando adquirirlos. Efectivamente, la hasta ahora exitosa propuesta de Perú21 no sólo pone en claro que existe un mercado [4] para esta oferta, sino que el tamaño de éste no sólo está compuesto por un novel público generado por las adaptaciones de los blockbusters hollywoodenses, sino que engloba tanto a una generación huérfana de ofertas como la de los 90, así como a la afortunada que creció con las publicaciones de la editorial mexicana Novaro que introdujo no sólo a Perú sino a casi toda Iberoamérica en esta industria.
Para este público de los 60 a principios de 80, Novaro proveía una oferta heterogénea que consistía desde la punta de lanza de esta industria como los comics de superhéroes (llámense Superman, Batman, etc.), hasta comics para un público eminentemente infantil como La Pequeña Lulú o Archie. Con la crisis económica y el terremoto en México del 86, Novaro llega a su fin, y con éste empieza el hiato de esta industria en Latinoamérica y en especial para el mercado nacional.
Sin embargo, este tibio resurgimiento me lleva a plantear varias preguntas respecto al consumidor y la industria. Principalmente, respecto a la representación que el sujeto busca en el producto cultural. Finalmente, otra duda que espero resolver es respecto a la posición del consumidor frente a un mercado heterogéneo y cuya oferta se ha fragmentado en los últimos años, y en la medida de los posible, ver cómo esta tendencia aún parece no llegar a nuestra escena local. Y esto trataré de resolverlo a través de una encuesta realizada por bloggers, usuarios de foros y consumidores en general.
A fin de construir un argumento sólido, considero pertinente intentar reconstruir de manera somera la evolución de esta industria en lo que muchos especialistas han llamado las cuatro eras del comic y que a partir de teorías como las de David Harvey y Theodor Adorno, pueda construir un argumento respecto a cómo la industria crea sujetos y subjetividades.
De una manera somera, el inicio de la industria de comic como lo conocemos empieza aproximadamente en mayo de 1938 [5] con la publicación Action Comics #1 y la primera aparición de Superman, siendo el inicio de la Golden Age y la piedra base para el género de superhéroes que dominó la industria por aproximadamente una década. A este primer personaje se sumó luego Batman, Wonder Woman y por supuesto Captain America. Un icono de la moral norteamericana que batallaba contra los poderes del eje y era capaz de golpear y arrestar a Adolf Hitler y los japoneses, a manera de inspiración no sólo para el público local sino en gran medida para los soldados desplegados en los diversos frentes en una época donde los polos del bien y el mal parecían aún más sólidos que en las décadas y guerras que siguieron.
Continuación del articulo:
http://baalzak.multiply.com/journal/item/244/244
No hay comentarios:
Publicar un comentario